jueves, 25 de abril de 2013

De Olimar me miro





Han de irse mis pasos por los caminos del tiempo, aunque me valla en distancias vuelvo en misterio

Aunque no entienda el porque me despiden las luces, que me empujan a otros senderos

Obstinada osadía de llevarme lejos, ande descubran mis ojos paisajes aquí no entiendo

Volverá por mi el Rio que necesita mis versos, porque es su esencia que inspira, canciones que siento.



Copla vientos me tildan de forastero, cumbas pateo mis calles al este de mis recuerdos

Amontonando nostalgias cual si fuera viajero, me persigue el aroma, tierra húmeda y zucará...

Yo no envidio la nada, si nada dicen mis versos, no encontraría otra musa que inspire lo que te quiero

Otras aguas mojaran mis pies, otro sol me dará buen día, mas nada me hará despertar… Olimar.





Tiene todos los encantos que inundan de poesía los renglones del espacio

Se someten con trabajo de arrozales cansados, entre la arena del zarzo y la madera del ocaso

Polvorientas calles de obreros al trabajo, entre changas que roban la esperanza y la transforman en pan,

Pero alivian la pena la ansiedad y la condena, cada vez que se oye el canto madrugando en la tranquera.



Olimar viste que nombre entre los cerros te despierta, y entre llanos y cañadas tus aguas apacientas

Entre codos y tumbas de historiales de guerra, los zorzales en los montes aun las cuentan

A ocasiones lloran por vos y en otras ríen las calandrias en irónica  espera

La hija del alba, la mima la besa, y le canta tu nombre remontando una estrella, aunque me vaya muy lejos… tu canto Olimar que cerca…



Peregrino de versos liberado al camino, por donde quiera que valla andarás conmigo, canto que me hace hijo, tanto Olimar… que no imagino otro Rio.


Rio Olimar




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